martes, 14 de abril de 2015

10 REGLAS PARA UN BUEN ESCAPARATE

1. Menos es más. Pon los productos justos para que se vean. A menudo un exceso de productos en el escaparate dan una sensación de amontonamiento y de caos que provoca que el transeúnte lejos de ver algo, solo vea un montón de nada interesante.

2. Encuentra el centro. Si llamas la atención sobre uno o dos puntos solo, conseguirás más limpieza visual y centrar mejor la atención de la persona que pasa por delante de tu tienda. Escoge lo que más te interese, lo más representativo, lo más bonito, lo más exótico y llamativo. Si eso les gusta, entrarán a ver más.

3. Luz: Ilumina tu escaparate. Utiliza la luz natural para las horas centrales del día, pero no te despistes: algo de luz extra, siempre va a llamar la atención del transeúnte. Si no, cabe el riesgo de que piensen que no hay nadie dentro.Usa lámparas bonitas, luz focal o simplemente alógenos potentes. Depende de tu estilo, pero que se te vea.

4. Color. Apuesta por una gama, por el blanco y negro, por los tonos fluor, los pasteles, los vivos... juega siempre con los colores, pero mira que sean coherentes entre ellos. El contraste es vistoso, pero cuando los mezcles, manten siempre la línea de tonalidades. Si exhibes productos de distintos fabricantes, te darás cuenta de que las texturas influyen mucho en el resultado del color. La coherencia entre ellas es imprescindible. Piensa en un flúor encima de un pastel. Sencillamente no. 

5. El poder del fondo. El fondo sirve de marco, y a la vez de escenario de tus productos. Si éste es demasiado recargado, quizá pierdan importancia aquellos aspectos sobre los que quieres realmente centrar la atencón. Valora las opciones: mobiliario y fondo blanco, o incluso tíralo abajo y deja ver la tienda. Verás a los clientes y te verán y eso hará que ganes en dinamismo.

6. Rotación. Cambia cada semana o cada día. Todo dependerá del tipo de producto que comercialices. Un bolso puede aguantar un par de semanas; un pastel... evidentemente no. Aprovecha los cambios estacionales y las fechas señaladas para hacer un guiño especial a los viandantes. 

7. Diferenciación. ¿Y por qué no ser distintos? Una nueva etapa exige nuevos estilos. Huye de los estereotipos, o simplemente, reinventalos. 

8. En un mundo sin fronteras, los clientes son bien recibidos, sean de dónde sean. Súbete al carro de la multiculturalidad y acoge en tu escparate guiños a otros públicos minoritarios: cosas tan sencillas como variar la gama cromática de tus productos y un pequeño cartel atraerán a viandantes a los que hasta ahora eras un extraño. Tíñete de naranja para Halloween, de verde en San Patricio o de rojo en el Año Nuevo Chino.

9. Dale vida a tu escaparate. Movimiento, naturaleza, vida. ¿Por qué no incluír plantas? ¿o flores? ¿o incluso pequeñas mascotas? Si algunos ya lo han probado incluso con seres vivos... Si tu producto no responde a esos perfiles, no descartes el tener una animación mecánica. ¿O acaso nunca te has quedado embobado frente a Cortilandia?

10. Renovarse o morir. La era 2.0 ya pasó y las 3.0 amenaza con dejarnos atrás antes incluso de que la dominemos. La excusa esa de que "es lo de siempre, lo que siempre ha funcionado" está caducada. Sin más. Transciende el propio marco de tu cristal. Deja salir el aroma de tu tienda, interactúa, marca un estilo e invita a la acción. Lo bueno que tiene reinventarse es que lo puedes hacer cuantas veces desees. Si lo de hoy no te da un resultado convincente, reinventate de nuevo mañana.